Como una novela de misterio. Así podríamos describir la situación que el PP arrastra en este momento. Según fuentes internas, el PP estuvo investigando datos acerca de Isabel Díaz Ayuso y sus concesiones a la empresa de su hermano, el empresario Nepote Díaz Ayuso.
Las sospechas apuntan a que la órbita de Pablo Casado pretendía sacar trapos sucios de la presidenta con el fin de menoscabar su creciente popularidad. Sin embargo, más allá de los habituales tratos de favor y presuntas amenazas propias del PP, poco o nada lograron obtener de la presidenta de Madrid.
«Es falso que el partido haya investigado a nadie. Nuestro detective -si es que existe- no ha podido saber de manera alguna que a Isabel le gusta la sopa de fideos o que duerme del lado derecho de la cama abrazada a un peluche en forma de rana verde. Tampoco nos consta la copita de coñac para merendar», asegura Martínez Almeida, portavoz del PP.
Teodoro García Egea también ha mostrado su indignación ante las insinuaciones de espionaje en una declaración a prensa sin escapársele la risa en ningún momento.
