
Feijoo sigue soñando con ser investido presidente, y eso pasa por negociar con «Junts per Catalunya». Para lograrlo el PP no ha dudado en aflojar la cuerda y ceder a algunas de las peticiones de la agrupación liderada en el exilio por Carles Puigdemont.
Según fuentes cercanas al Partido Popular, el candidato a presidente estaría recibiendo clases de catalán con objeto de que las asperezas en posibles negociaciones sean más laxas, y por si tiene que hablar con Bruce Esprintern, uno de los ideólogos del movimiento de liberación catalán.
«Tiene facilidad para los idiomas, aunque no los comprenda y mucho menos los hable«, dice un colaborador cercano a Feijoo. Además, el aludido posee fuerte arraigo con la región, pues cree haber pasado por Cataluña una vez que fue hacia Andorra.
Con estos acercamientos, se repetiría la maniobra de José María Aznar en 1996,cuando, para lograr su apoyo a La Moncloa, confesó que no sólo hablaba catalán en reducidos círculos, sino que Jordi Pujol era uno de los seres más bellos del universo.