
Pablo Casado fue sorprendido el pasado sábado entrando en una misa en honor a Francisco Franco, coincidiendo con los 46 años del fallecimiento del Caudillo. Su gabinete de prensa defiende que el líder de la oposición siempre va a misa por los dictadores fallecidos, sin hacer distingos.
Desde que ingresara en FE-JONS, no hay cabo de año que el líder de la oposición se salte. «El pasado domingo, sin ir más lejos, acudió a orar por Augusto Pinochet y mañana volará a Camboya para ofrecer sus respetos a Pol Pot. Así que vamos a ser un poquito serios», defiende Camino Inestrillas, jefa de prensa de Casado.
Según el portavoz del PP, Pablo Montesinos resulta ofensivo considerar que el futuro presidente de la democracia sienta más predilección por unos dictadores que por otros ya que todos ellos fueron personas encantadoras: «La gente no está a esas cosas; lo que verdaderamente le preocupa son los ERES y que el Gobierno nos obligue a hacernos la eutanasia».