
La represa hecha por un castor podría ser la causa de las inundaciones en la cuenca del Ebro. El roedor, de nombre «Puchi», lleva años ocasionando destrozos fluviales en la cuenca del caudaloso río, en una zona indeterminada entre Sabiñánigo y Amposta. Durante este tiempo el castor -y presumiblemente algún ejemplar más- ha desarrollado un sistema de presas, exclusas y canalizaciones varias que han derivado en molestias cuando menos enojosas.
«La puta que parió a la rata gigante», ha declarado Javier Lambán, presidente de Aragón, visiblemente molesto.
Se espera que una flota de tres camiones cisterna achique las 4.700 hectáreas inundadas con objeto de trasladar el excedente de agua a zonas del Levante, donde la deforestación debida a la construcción de urbanizaciones es desesperada.