
Alberto Casero vuelve a cagarla. Si en febrero de 2022 su voto sirvió para aprobar la reforma laboral, y en septiembre de ese año se volvió a confundir votando a favor de investigar a su partido, el diputado del PP, ahora es responsable de que las elecciones generales se celebren en julio y no en diciembre, como estaba previsto.
Según todas las fuentes, todo comenzó cuando por equivocación apretó un botón por mera curiosidad, creyendo que se trataba del ascensor. Lamentablemente se trataba del legendario botón rojo de La Moncloa, por el cual si se oprime, Pedro Sánchez se ve obligado a disolver las Cortes y convocar elecciones generales. Por suerte no llegó a apretar otro botón, situado muy cerca y que activaría la destrucción de Cataluña y Euskadi.
Contra lo que pudiera parecer, al cierre de esta edición el PP aún no había felicitado a Alberto Casero, quien considera seriamente hibernar hasta el año que viene.