
«Siempre he dicho que soy de izquierdas en lo social y de derechas en lo económico, pero estaba equivocado». Son las palabras de Miguel Ángel Goebbels, un taxista malagueño que tras años de reclamar como suya esa frase recientemente ha admitido ser de derechas.
Su verdadera filiación política surgió en una relajada discusión de bar, en la que al serle explicado de dónde salían los impuestos para la causa social y no entenderlo prefirió la opción conservadora. Reconoce que ser derechas es más fácil, ya que nadie le va a criticar si tiene un coche bueno o internet en casa. La salida del armario de Miguel Ángel, además de oler a naftalina, ha sido el revulsivo para muchos ciudadanos heterosexuales varones, quienes ya han declarado abiertamente su preferencia política. El futuro era esto.