
Ayer se celebró el 4 de julio, la fiesta nacional de los Estados Unidos. Como siempre, se produjeron altercados en forma de tiroteos y matanzas, aunque de manera menos acusada que en ediciones anteriores. El delegado de gobierno, John Walker-Mencheta ha felicitado a los ciudadanos por su civismo y la escasa mortandad de la celebración.

La tradición indica que la noche del 3 al 4 de julio es la indicada para lanzar disparos, bien al cielo, bien a los molestos vecinos, sin que nada lo impida, tal y como refleja la XIV enmienda de la carta magna del país americano.
«Tenemos una de las constituciones más avanzadas del siglo XVIII, gracias a la cual Dios nos bendice cada vez que disparamos nuestros rifles«, declaró un jovial Joe Biden en su discurso anual.
La festividad del 4 de julio se celebra cada año, si bien algunos ya la consideran una festividad de carácter planetario y no sólo de Estados Unidos, pues la fecha coincide con el día que Will Smith nos libró de una invasión extraterrestre.