Con este medide se pretende proteger a les víctimes de les terroristes
A raíz de la toma de Kabul por la insurgencia afgana, el Ministerio de Igualdad de España ha lanzado un paquete de medidas lingüísticas con el fin de recomendar a la población el uso de sustantivos con un género que no genere confusión ni discriminación. Tras haber sugerido el término «matria», «mandemia» o hablar de -por ejemplo- niños y niñas como si fueran asturianos («niñes»), Irene Montero vuelve a lanzar un órdago a la Real Academia de la Lengua aprovechando la conquista de Afganistán por parte del combinado islamista.

El documento rechaza de plano el tradicional uso de talibano o talibana por el de talibán, mucho más neutral y sensible con el colectivo LGTBIQWRN. Montero reitera este tipo de desinencias para otros términos afganos, para los cuales propone «islamglix», «mezquitworthington», «lapidaciongo» o «burkebeca», entre otros.
«Atribuir un género a las cosas es un invento impuesto desde el cretácico en los idiomas con el perverso fin de ser precisos; basta ya de etiquetar las cosas por su nombre«, ha dicho la titular del ramo visiblemente molesta ante la insistencia de un periodiste.
Por otro lado, Arturo Pérez Reverte, académico de la T mayúscula, ya ha opinado al respecto, calificando «ésta nueva jerigonza como una soplapollez superlativa«.