Como era previsible, los centros de primaria y secundaria cántabros han reaccionado raudamente a la noticia del ingreso hospitalario de Marina Lombó a causa del Covid-19, organizando nueve jornadas de plegarias de una hora de duración. Según nos informa Gonzalo Régulez -jefe del Departamento de Oración Educativa- el rezo transcurrirá en horario no lectivo para que “los estudiantes no pierdan horas de clase” y adoptará la forma de novenas de oración que –como su propio nombre indica-trascurrirán en el mencionado periodo de nueve días.

El obispado cántabro dice estar “encantado con la idea” y ha instado a los profesores de religión a que instruyan cristianamente al resto de sus colegas de profesión “tan necesitados de contricción” en los entresijos de la oración y el recogimiento. A raíz de esta pía solicitud por parte de Consejería los sindicatos mayoritarios no han tardado en mostrar su indignación mediante un comunicado conjunto en el que exigen la inmediata devolución de las nueve horas durante el curso 21/22 para no afectar la apretada agenda de fin de curso.
Yendo un paso más allá, los centros privados y concertados con la Iglesia católica sumarán a la mencionada iniciativa unas sesiones de mortificación voluntaria que se harán extensivas a toda la comunidad educativa, incluyendo a miembros del AMPA y personal no docente. A tal fin se entregarán de forma gratuita cilicios de un solo uso convenientemente higienizados a todo aquel que lo solicite.