
Una gigantesca astronave, que llevaba observando las costumbres humanas desde hacía varios días ha decidido volver a su galaxia, al considerar que nuestro planeta no podría prestarle la atención necesaria en caso de conquista.
El artefacto volador, procedente del planeta Melmac, se encontraba orbitando en posición geoestacionaria sobre Burgo de Osma (Soria), circunstancia que no dio lugar a alarma dada la actualidad informativa internacional, ni siquiera a la local. No en vano, las noticias procedentes de Ucrania, el fútbol y una omnipresente presidenta autonómica copan la información mundial.
«Ayer nos empezamos a dar cuenta de que la gente esta a otras cosas, y que nosotros estabamos fuera de lugar, por lo que consideramos que el momento para colonizar el planeta no era el más idóneo. Así que me dije: Gordon, tira que libras», aseguró Gordon Camuñas, extraterrestre y comandante de la astronave, momentos antes de zarpar hacia su hogar más allá de las estrellas.
La civilización alienígena no descarta volver a intentar un desembarco planetario más adelante, cuando se hayan gestionado las invasiones terrícolas y ningún futbolista esté lesionado.