Nadie se lo esperaba. El baterista con cara de anciano de los Rolling Stones, Charlie Watts, ha fallecido a los 80 años.
Sus allegados no se explican qué puede haber pasado, habida cuenta de que se trataba del miembro del grupo británico más sensato y con los hábitos de vida más saludables.

Su compañero de grupo con cara de anciano Keith Richard, ha creído ver en el luctuoso hecho un nuevo golpe de suerte: tras fumar y drogarse sin descanso o sobrevivir a la caída de un cocotero, el guitarrista sospecha que es inmortal.
Según fuentes cercanas, Richards, de 78 años, celebrará su condición eterna lanzándose en puenting desde una avioneta Cessna mientras sobrevuela una laguna de caimanes.
«Yo ya tendría que estar muerto desde 1952, así que voy a aprovechar, no sea que me salga un esguince o algo de eso que tenéis los mortales», ha manifestado visiblemente ebrio.