
El político argentino -aragonés Pablo Echenique pondrá a la venta en breve un disco de jotas aragonesas los beneficios de cuya comercialización irán destinados a subvencionar la investigación con células madre en España.
El sutil juego de palabras que lo titula (“Madre no hay más que una”) es suficientemente revelador. Según declara el propio Echenique a esta redacción “me animé debido al éxito que tuve con el tema Chúpame la minga Dominga, que vengo de Francia”. El efervescente panorama jotero de aragonés vio en Echenique a su nueva esperanza blanca y le animó a grabar este trabajo.
Las reacciones han sido variopintas. Paradójicamente, el sector crítico de Podemos no ha puesto objeción a las veleidades artísticas de su dirigente mientras que la vertiente crítica con el sector crítico afirma que: “es una vergüenza que Echenique se dedique a cantar jotas mientras podría estar firmando sentencias de muerte o cambiándose el sexo”. Asimismo, la representante de Vox en Zaragoza, y antigua campeona de halterofilia Herminia Orbegozo ha declarado que es “otra guarrería más”, pues las células -según su particular criterio- deberían ser “madres y padres, como Dios manda”. La ex-haltera , en tiempos única amenaza a la hegemonía soviética en su disciplina, afirma que el político le echó los tejos en una ocasión pero que –siguiendo las directrices de Vox- prefirió mantener la castidad estoicamente “como buena española”.