
Durante casi dos años ocultar la mitad de la cara fue engorroso, aunque para los feos fue una bendición. Mientras la pandemia se desarrollaba causando estragos ellos eran felices, pues tras su máscara ocultaban la fealdad que hasta entonces les privaba de ser libres; una fealdad que no sólo se limitaba a sus rostros sino a su interior, oscuro y tenebroso. Y así, oculta su ignominia para los demás se hicieron fuertes.
Sin embargo, ahora que el Gobierno planea eliminar las mascarillas, los feos de España ven cómo su reinado se tambalea, por loo que muchos ya han optado por la cirugía como solución a su complejo.
En la clínica «Hermanos Bogdanovich», especializada en cirugía plástica, las intervenciones se han multiplicado por dieciséis desde que se anunció la eliminación de las mascarillas en espacios públicos. Así, las intervenciones más solicitadas serían las rinoplastias y las bocaplastias, seguidas de la compra de yelmos y caretas.
