La inesperada noticia ha sido un mazazo entre los compañeros

Ceferino Parker, de 97 años y trabajador de una conocida empresa de reparto en bicicleta, fue encontrado cadáver en su casa tras ser alertados los servicios de urgencia. El anciano, que apareció muerto en su cama, llevaba trabajando en la compañía un par de años y no padecía ninguna patología previa -con la salvedad de artrosis, problemas de movilidad y osteoporosis- lo que ha despertado suspicacias. Aunque la policía no ha facilitado más detalles, los indicios apuntan hacia un ajuste de cuentas entre riders rivales, si bien no se descarta la muerte natural.
«Era tremendamente puntual. Siempre llegaba dos horas antes de fichar«, afirma un joven compañero de trabajo.
Parker, natural de Burgo de Osma, llego a la empresa en 2019, acuciado por las deudas y con una pensión no contributiva que lo forzó a entrar en el mundo de los falsos autónomos y las carreras ilegales de bicicletas. «Lo llamábamos cariñosamente «el abuelo». Aprendió a andar en bici con nosotros», afirma el socio latifundista y fundador de la compañía.
Este tipo de empresas ha comenzado a contratar a octogenarios en Europa del Este con resultados económicos satisfactorios, apostando así por lo que la compañía llama jubilación inclusiva.