Nunca llueve a gusto de todos. Se cumplen cuarenta años del intento de golpe de Estado por parte del fascio nacional, pero parece que aquella puesta en escena no fue del agrado de algunos dirigentes internacionales.
Vladimir Putin, el presidente de gobierno al que aún nadie se ha atrevido a llamar dictador,ha sido muy duro a la respuesta hecha en el «World Dictatorships ’21» que se celebra en la ciudad suiza de Davos. Coincidiendo con los cuarenta años de aquel intento fallido de golpe de Estado, el dirigente ruso se ha atrevido a criticar al teniente coronel Tejero y a Milans del Bosch: «Fue una auténtica chapuza: entraron dando voces, que ya solo por eso es inadmisible, y luego dieron unos tiros con unas pistolitas que por favor, a dónde van con eso». Putin añade que «un dictador debe instaurarse poco a poco, con unas elecciones amañadas, luego entrando en un teatro y matando a secuestradores y espectadores y acabar firmando la 13-14 por la cual me quedo en el poder otros tres liftings».

A la pregunta de las revueltas lares por la detención del opositor Alexey Navalni, Putin responde que se trata de cumplir la ley, refrendada a doble vuelta por sus santos matriuskñiks (sic).
Por su parte, el once veces «Mejor déspota africano» Teodoro Obiang, mantiene que aquella tarde de 1981 Tejero estuvo impecable, si bien falló lo del rey Juan Carlos I, que «se hizo caquita a última hora».