A causa de «sus problemillas» con la Justicia, Carlos Frores, candidato de VOX a la presidencia de la Comunidad Valenciana, decidió dar un paso atrás para que las negociaciones de su partido con el PP salieran adelante.
Según fuentes cercanas a la agrupación ultracentrista, la salida de Frores se basa en sus desencuentros con la civilización: fue condenado en el año 2002 a galeras por «violencia psíquica habitual y 477 faltas de coacciones y vejaciones contra su expareja», aunque no llegó a entrar en prisión por descubrirse que, en efecto, su esposa vestía provocativamente.
Sin embargo, tales antecedentes han terminado por sacar al político de la ecuación PP-VOX que ostentará el gobierno de la Comunitat Valenciana.
Así las cosas, el hasta ahora candidato a la presidencia será sustituido por otro afiliado a la caza o el toreo que reúna las aptitudes morales e intelectuales necesarias. De esta forma, Frores podría seguir sus actividades patrióticas con absoluta normalidad, aunque sin desligarse totalmente del partido, al que recomienda que las mujeres no tengan derecho al voto.
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