
Desde ayer, Rusia ha cerrado el grifo del gas a Alemania, si bien lejos de parecer un boicot, desde el Kremlim aclaran que se trata de una avería, y que tratarán de restablecer el suministro en las próximas lunas.

El responsable de conductos y aguas negras ruso, Sergei Letrinovich explica que «el gasoducto goteaba, y cuando quisimos apretar las bridas que unen un segmento con otro se nos cayó a la estepa la llave allen y ahora no somos capaces de encontrarla». Explican las autoridades rusas que la llave allen del 8 venía en una bolsita de plástico con varios tornillos de rosca chapa y que una vez perdida no hay manera de seguir las instrucciones del prospecto sin ella.
Vladimir Putin en persona interrumpió un juicio sumarísimo a un niño de seis años para lamentar las molestias ocasionadas a Alemania, al tiempo que promete enviar al país teutón un camión con bombonas de butano «para ir saliendo del paso y como gesto de buena voluntad».