
Boris Ukranienko, fundador y líder del partido ruso «Путин Регулинский» (Putin Regulinchi) ha sido condenado a abrir matriuskas durante los próximos diez años al haber cuestionado decisiones de Vladimir Putin contrarias a su régimen.
El político fue arrestado media hora antes del juicio con cargos de ofensa contra la madre Rusia en lo que las autoridades rusas denominan un juicio justo. Al parecer Ukranienko, cuyo partido promulga el buen gusto por la decoración y la moda, habría mostrado públicamente su desagrado ante los arreglos florales que decoran las mesas del presidente ruso, así como el color de sus trajes, que no hace juego con sus ojos achinados.
El portavoz del Kremlin afirma que «hemos sido sido benévolos, en comparación con un delito semejante en países de nuestro entorno, como Corea del Norte», por lo que el disidente ruso puede sentirse un tipo con suerte cumpliendo condena en un espacioso campo de trabajo cercano al Ártico.