
Son días convulsos para el PP. La despedida de Pablo Casado del Congreso deja provisionalmente un vacío en la presidencia del partido.
Por eso muchos de los anteriores prosélitos de Casado ya se están apresurando a tomar posiciones ante la próxima llegada del siguiente presidente. O presidenta.
Es el caso de A.L., una joven que ocupa un difuso cargo en el PP y cuya identidad prefiere mantener en el anonimato. Confiesa que le aterra volver a su puesto de trabajo anterior, en casa de sus padres. Por eso «el futuro presidente del PP es una gran persona y ha unificado el partido, aunque aún no sepamos quién va a ser. Todo mi apoyo»
Al igual que ella, son muchos los compañeros que hace unos días defendían a Casado y que ahora le piden que se vaya, por miedo a perder una fuente de ingresos asegurada. Es el caso de M. Rajoy, otro afiliado anónimo, quien afirma que «a la política se viene con la dignidad quitada, que luego pesa mucho cuando hay que echar a correr«.