
Considerada la mejor secuela de la historia, Ciudadano Kane (versión india) narra la historia de El Jonathan, un magnate del opio pakistaní que, tras dedicar su vida a hacer obras de caridad (organizando carreras a muerte de motos trucadas y facilitando pegamento para esnifar gratis a los niños), revela un oscuro misterio en su lecho de muerte: tiene un hijo secreto con su prima ligeramente retrasada, Resobad.
Con estos mimbres el director y guionista toledano exiliado Pancracio Ocaso creó, a partir de un presupuesto similar al de un centro asistencial público, una obra maestra con mayúsculas de la que el propio Orson Welles dijo “no creo que exista nada igual bajo la faz de la tierra”. Ocaso utilizó actores no profesionales y decorados reales de forma que su presupuesto total no excedió de 25.000.000 de rupias (tres mil quinientas pesetas de la época)
La misteriosa desaparición de Ocaso en un viaje del Inmerso a Benidorm añadió el toque de misterio necesario a una cinta que es de obligado visionado para los amantes del sep-timo arte.
CALIFICACIÓN:☺☺☺☺☺