La polémica está servida. Los ciudadanos franceses que ,según la presidenta de la comunidad, Isabel Díaz Ayuso, hacen únicamente turismo cultural deberán someterse a un control de alcoholemia antes de acceder a la pinacoteca. Rogelio Sanrroman, director del Observatorio Regional del Francés, ha indicado a esta redacción que “Las cuentas de Ayuso no cuadran” ya que -al parecer- hay un desfase entre el montante facturado bajo el concepto de “bebidas espirituosas”, “sangría “ y “cerveza” (que llega a unos dos millones de euros en la última quincena) con la venta de entradas para ver Las Meninas (unos 750 €).

“Tenemos a un equipo de técnicos trabajando en ello, pero el desfase parece que está ahí” apunta el señor Sanrroman. Según la presidenta de la Comunidad de Madrid, el turismo que llega a Madrid en plena pandemia es -en su mayoría- un turismo de calidad cuya aspiración es embeberse de la oferta cultural de la capital. Según Ayuso hay una diferencia clara entre los magrebíes y subsaharianos, que llegan “sucios, sin papeles y mal vestidos”, y los franceses que llegan “limpios, con pasta y en coches de alta gama”
El entorno de Ayuso ha restado importancia a las imágenes que muestran a un grupo de ciudadanos completamente ebrios en la vía pública, achacándolo a ciertos “hosteleros sin escrúpulos que pueden meterles droga en los refrescos”