
Cada pocos años, los responsables de Educación deciden, con la experiencia que les da la lejanía de las aulas, hacer unos retoques a los planes de estudio. Son cambios que el profesorado agradece y que además se perciben en la cultura general del adolescente medio actual. En esta ocasión el cambio ha llegado al currículum de Bachillerato con cambios sustanciales en el temario, sobre todo en el área de Historia.
Uno de los cambios más notorios es la brevedad del lapso temporal, iniciándose en 1812 y terminando tan sólo hace dos semanas , con la agresión de Will Smith a Chris Rock en la gala de los Oscars.
«No, no es oportunismo. Es un pequeño detalle a las minorías étnicas, pero también un alegato contra la violencia por parte de un negro, por muy actor que sea», indica Mauricio Toucheoeuffs, director general de Educación y creador de términos como «dialogismo disyuntivo», «aprender a aprender» o «enseñanza educativo-pedagógica».
Otro de los grandes cambios pasa por la eliminación de los crucifijos en las aulas un gesto que indica el profundo conocimiento de los dirigentes con la enseñanza pública.
El currículum de Historia también añadirá nuevos contenidos, como el exilio de Juan Carlos I a Abu Dabhi o los orígenes del imperio Zara.