
Tras su proyecto de turismo espacial, el magnate norteamericano ya tiene en mente un nuevo reto. Elon Musk quiere llevar al humano por el aire a través de un vehículo autopropulsado antes de 2022. La idea, aún en fase de desarrollo, pretende abandonar los larguísimos cruceros transatlánticos en 1ª clase por una aeronave en la que, cómodamente sentados, los viajeros disfruten del trayecto a vista de pájaro.
El artefacto volador consistiría en un taburete, en el que viajan tripulación y pasaje, más unas alas rígidas que permiten que la máquina se sustente en el aire. Unos timones semejantes a los de una goleta permitirían dirigir la trayectoria del ingenio, que estaría propulsado por turbinas homeopáticas de última generación.
Desde el Vaticano, expertos científicos ya han clamado al cielo, argumentando que el proyecto es inviable, y que ese invento del demonio podría confundir a los creyentes,quienes verían que el Cielo es sólo cielo.
Musk habla de «ilusionante desafío tecnológico y moral«, y ya ha bautizado al prototipo como «avión«. Los pasajes en clase popular para el primer vuelo ya están a la venta por unos módicos 3.000.000 $ USA.