
«Es una lata el trabajar, todos los días te tienes que levantar…» Así empezaba la popular canción de Luis Aguilé, y así ha ocurrido hoy en La Zarzuela.
Hoy Felipe VI no ha llegado tarde a su puesto de trabajo ni ha salido antes, pese a ser su cumpleaños y no tener a nadie que le riña. «Ha trabajado como si fuera domingo«, aclara el jefe de la Casa Real, Jaime Alfonsín.
Casi nueve años después del inicio de su reinado, su majestad Felipe VI ha logrado poner de acuerdo a monárquicos y republicanos en que es un rey.
Sin alharacas, el inquilino de La Zarzuela ha mostrado ser el garante de la democracia, votando como el que más y asumiendo que su servidumbre cumple con la justicia, como cualquier súbdito español .
Por su parte, la reina emérita, como profesional que es, ha acudido al domicilio de los monarcas aprovechando una ausencia de Doña Letizia para hacer entrega de un bizcocho de polvorones, ancestral obsequio que se ofrece entre miembros de la realeza desde la época visigoda.
Para compensar, Froilán de Marichalar y Borbón ha organizado en Abu Dhabi una fiesta en honor de su tío.