«Los normales también queremos ir a las olimpiadas de mancos«. Así de contundente se despacha Hermógenes Panticosa, un operario de banca y deportista ocasional.
Como él son muchas las personas carentes del más mínimo sentido del tacto que reclaman su derecho a participar en los Juegos Paralímpicos. Certifican su discapacidad en cada conversación, además de practicar de manera ocasional deportes como el pádel o el curling.

«No tengo filtro, porque yo soy muy sincera. Por cierto,tienes halitosis», afirma Perséfone Formigal, quién recientemente fue diagnosticada de logorrea franca congénita.
Ahora, un grupo de deportistas se ha reunido para solicitar al Comité Paralímpico Internacional que su trastorno se reconozca ye incluya como categoría válida, que en este caso sería la ST.
Panticosa se muestra esperanzado de que «los tullidos que mandan en el chiringuito de Tokio 2020» consideren a los deportistas atáctiles dignos de concurrir a los siguientes Juegos Paralímpicos.