Un grupo de adolescentes sin supervisión paterna lleva semanas bebiendo y trasnochando desaforadamente sin saber que, en realidad, se estaban adelantando al fin del estado de alarma. Tras decaer éste, miles de jóvenes de toda España salieron a las calles a celebrar el fin de una era de esclavitud y privaciones para mostrar al mundo que hay más cosas que la play y el tik tok: el alcohol.

La pandilla de muchachos, natural de Dos Hermanas, comenzó los fastos el pasado 2 de enero y desde entonces no ha cesado en su actividad de ocio nocturno.
«No teníamos ni idea de que éramos unos adelantados a nuestro tiempo. A mí me dijo la Jenny que bajara para unas movidas, y hasta hoy», afirma Izan de los Monteros, uno de los jóvenes afectados mientras sostiene un ejemplar de los diálogos de Platón en la mano y un cachi de cerveza en la otra.
Al cierre de esta edición se cree que la alegre pandilla ya está celebrando, sin saberlo, la inauguración de los juegos olímpicos de Tokio. Lo dicho, unos visionarios.