
Hace unos años llegó a España la tradición de visitar cementerios el 1 de noviembre, Día de los Difuntos o Todos los Santos.
La costumbre se remonta a un grupo de cuáqueros en Jefferson (Míchigan), quienes en 1997 decidieron rendir homenaje a sus muertos visitando sus tumbas. Poco a poco la costumbre se extendió por los estados de la costa oeste hasta que dio el salto a Alar de los Comuneros (Valladolid) y de ahí al resto de la Europa desarrollada. Los últimos años las redes sociales hicieron el resto.
«No me gustan estos inventos de los americanos; nosotros ya teníamos un acervo cultural, con nuestros black-outfits, calabazas y gimkanas de zombies...», afirma Danaerys Skywalker, miembro del comité de festejos en Villadisney.
Y es que como ella, son muchos los millenials que creen que estás nuevas celebraciones pueden sustituir la de Halloween-como buenos milleniasl que son- a corto plazo, o ya mismo.
