
Las protestas en Irán han socavado la férrea ley del estado islámico. Mujeres y hombres de ese país de más de ochenta millones de habitantes se moviliza desde hace semanas para luchar por la libertad de no cubrirse el cabello en público. Por eso el país, liderado por Alí Jamenei ha transigido con la medida, de modo que la Policía de la Moral desaparecerá.
En su lugar nacerá la Policía de la Conducta, un cuerpo reciclado formado por los mismos policías pero con un cursillo extra de primeros auxilios. Entre sus atribuciones estaría la vigilancia de los ciudadanos que no acuden a la mezquita ocho veces al día, evitar hacer bromas o caricaturas con Mahoma o «vigilar que las mujeres no vistan como fulanas de occidente«, ha declarado Eusebio Admayineyad , ministro de Represión Cívica.