
Melvin Macahan llevaba 32 años en el departamento de polícía de Hopkins (Texas) sin el menor altercado hasta la pasada madrugada del martes, cuando disparó por error a un hombre que estaba asaltando una vivienda.
«Todo estaba oscuro y no lo dudé: tenía que ser un negro , de modo que disparé«, justifica Melvin. Cuando se acercó comprobó que por error había confundido a un conocido ladrón local con un posible individuo afroamericano. Aclarado el malentendido los protagonistas se dieron la mano y continuaron su camino no sin antes intercambiar risas y comentarios. El atracador se repone satisfactoriamente del balazo en una rodilla y añade que comprende perfectamente al agente Macahan, «quien simplemente cumplía con su trabajo. Dios bendiga América».
El sheriff de este condado de Texas felicitó al agente al tiempo que declaró a los medios que Hopkins es una comunidad muy tranquila y no permitirá que nadie venga de fuera a alterar esa paz, sea de la raza negra que sea.