Tras la aparición de Isabel II en una nube, el cielo parece haberse confabulado con personalidades ejemplares del planeta

Un enorme arcoiris apareció sobre el cielo de Barcelona ayer, minutos después de que se informara de que el molt honorapla Jordi Pujol sufriera un ictus. Lo singular de este fenómeno atmosférico reside en que la forma que tomó no fue la tradicional trayectoria de arco que la física repite cansinamente, sino algo similar a la silueta del que fuera honrado presidente de la Generalitat de Catalunya.

Al igual que una nube, cuya forma adoptó la figura de Isabel II sobre Buckingham Palace tras su muerte, el firmamento parece haber vuelto a conjurarse a favor de las personalidades más ilustres del planeta, por fortuna en este caso, sin consecuencias funestas. No es casual que el arcoiris haya hecho acto de presencia en Andorra, dados los estrechos lazos sentimentales y económicos de Jordi Pujol con el principado.
La Agencia Española de Meteorología no ha encontrado respuesta a ese curioso fenómeno y en todo caso, afirma, se podría parecer a algún miembro del Dúo Dinámico.