
El evento musical más importante de Latinoamérica después de la OTI, los Grammy Latinos, ha celebrado recientemente su vigésimo segunda edición, preñada de alharacas, luces y mucho glamour. Y música.
Lo que poca gente sabe es que desde la edición de 2017 se premia a la misma canción una y otra vez, en distintas categorías. Eso sí, con diferentes intérpretes. Todo comenzó hace cuatro años, cuando Luis Fonsi grabó e interpretó «Despacito». A partir de entonces, los productores portorriqueños y miamieños decidieron por qué no repetir la fórmula una y otra vez. Y así lo hicieron. Recurrieron a Frank Farian, experto encantador de serpientes musical y padre del fenómeno Milli Vanilli, quien desde entonces lleva componiendo, grabando y distribuyendo el mismo tema una y otra vez. Así, temas como «Papito te quiero», «Tú eres mi mami», «Te viá cel aujeros negros, darlin» o «Mi niña mamita» son en realidad variaciones de «Despacito» pero con sutiles variaciones en los versos alejandrinos.
«Es muy complicado hacer que parezcan canciones diferentes. No, es coña; es facilísimo. Lo difícil es ponerles las gorras a los cantantes y enseñarles a vocalizar, aunque en realidad no es acento latino; son gangosos», confiesa el productor.
Sea como sea, la Academia Latina de Artes y Ciencias de la Grabación está dispuesta a exprimir la gallina de los huevos de oro mientras crítica y público no se percaten de la maniobra.