
Silvio Berlusconi falleció este lunes debido a complicaciones derivadas de las diversas operaciones de cirugía plástica que arrastraba.
El también líder de Forza Italia, de 86 años, había sido intervenido recientemente de un nuevo lifting, lo que le obligaba a mostrar un eterno gesto de sonrisa debido a la tensión, de hasta 250 newtons, que la piel ejercía en su rostro.
Con la muerte de Berlusconi deja un enorme hueco en los madelman, muñecos de juguete de los años 70 en cuyos rasgos faciales se inspiraba el mandatario italiano.
«Era un ejemplo para nosotros«, cuenta Madelman Buzo con semblante sombrío. «Nunca escatimaba en sonrisas ni en maquillaje».
A la tristeza debe unirse la incertidumbre en el sector de la fabricación de bolsos, ya que se estima que sólo el cuero extraído de Silvio Berlusconi y el de Kiko Matamoros suministraba el 60% de la materia prima en esta industria.
La capilla ardiente se instalará en Bunga-Bunga, la residencia y biblioteca donde el ex primer ministro celebraba tertulias literarias.
