En consonancia con las medidas del gobierno central que aboga por una hibernación de la economía, la consejera de Cultura y Educación del ejecutivo cántabro, Marina Lombó, propondrá a mediados de semana a los distintos sectores implicados que los docentes puedan optar por retrasar materia.
“No es un plato de gusto, pero hay que estar a la altura de las circunstancias”, afirmó Lombó. Esta medida ya ha sido llevada a cabo con singular éxito en países punteros en el ámbito educativo, como Finlandia, Noruega y Esuatini: en ambas administraciones educativas escandinavas y la africana los alumnos asumieron un currículo mucho menos ambicioso y de esta manera pasaron de aprender integrales a repasar la tabla del tres.

“Hemos visto que la medida funciona y pretendemos aplicarla a todas las asignaturas: tenemos que de ser ambiciosos”. La consejera instará a los centros empezar la revisión de las programaciones “cuanto antes”. Las directrices europeas aconsejan empezar por segundo de bachillerato, olvidarse de la EBAU y dejar los grupos de Adaptación o PEMAR para el final, ya que ahí “ entraríamos en un terreno desconocido” , asegura la consejera.