Así de contundente ha sido el principe de Gales en una entrevista en el late-night de Andreu Buenafuente el pasado martes. En un perfecto español y acompañado de su pareja, Camila Parker-Bowles, el heredero al trono británico manifestaba su descontento respecto al estancamiento de su situación laboral. «Uno tiene aspiraciones de ascender en su trabajo, y mi madre se aferra al cargo que no la echa ni todo el ejército de Shaka-Zulú».
La entrevista discurría apaciblemente hasta que el presentador catalán abordó el espinoso asunto de la sucesión. Ahí es donde Charles Philip Arthur George Windsor no pudo mantener la tranquilidad y soltó el exabrupto: «Estoy hasta los cojones de ser príncipe, sobre todo cuando mi madre -yo creo que de recochineo- me dice «¿quién es mi rey?»
El conductor del programa, hábil entrevistador, quiso insistir en el asunto.
-Pero usted tiene más títulos, como el príncipado de Gales; es conde de Chester, duque de Cornualles y Rothesay, conde de Carrick, barón de Renfrew, señor de las Islas y príncipe y gran senescal de Escocia. ¿Por qué rey?
-Joder, Buenafuente. Rey, ¿te das cuenta? Rey, tío; además sería jefe de Estado de otros países de nuestro entorno, como Canadá y Tuvalu. No hay color. Además, ¿qué coño es un senescal?
El heredero, acaba de cumplir 69 años y empieza a perder las esperanzas. Sin embargo, aunque tiene una vida llena de satisfaciones en lo personal y lo sentimental, el acceso al trono se le resiste, a pesar de ser un muchacho muy preparado.