
Por fin ha sido inaugurado el Hospital de Pandemias Isabel Zendal-Barajas, cuya principal virtud es, según palabras de la presidenta de Madrid, la proximidad de un aeropuerto. A los avances tecnológicos y médicos implementados a este hospital se añade la facilidad de escuchar el arrullo de las turbinas al despegar, cualidad inherente a una instalación de este tipo.
«Es un hospital enorme», ha declarado Ayuso, «con personas trabajando de médicos, escaleras,ascensores, un aeropuerto cerca… La gente podría quedarse allí varias noches después de, por ejemplo una lobotomía a corazón abierto, porque les hemos puesto hasta camas. Pocos hospitales pueden decir eso».
En un futuro inmediato está prevista una segunda fase de ampliación del complejo hospitalario, en la que se dotaría al hall y la zona de admisión de una pista de aterrizaje , con capacidad para aeronaves de carga tipo Antonov AN-225 y Harrier GR1 de despegue vertical. De este modo, según palabras de la presidenta, los pacientes podrían disfrutar de las maniobras de estos colosos del aire durante la reanimación post-operatoria o las siempre tediosas esperas en Urgencias.