
Corren malos tiempos para la Educación Física, que en el curso actual está realizando un esfuerzo ímprobo por mantener la distancia social, así como en materia de hábitos saludables y deportivos.
Sin embargo no piensan igual las Consejerías de Educación de varias comunidades (La Rioja, Cantabria, Castilla y León y Murcia), que acaba de llegar a un acuerdo para restar peso a la EF en el currículum en favor de materias instrumentales.
«No nos parece ni medio normal que mientras nuestros hijos tratan de entender física diferencial o gramática parda tengan que perder tiempo en el test de Cooper, saltar a la comba y vaya usted a saber en qué otras majaderías», ha dicho Carla Tuero Andrés, portavoz de AMATRIZ (Asociación de Madres de Alumnos con Torpeza Motriz Zurdos).
Por su parte, las Consejerías argumentan su posición en, además de ser una asignatura superflua, un goteo constante de gasto en pabellones y mesas de ping-pong cuando «a los colegios se viene ya jugado de casa», ha matizado Marina Lombó, responsable de la Enseñanza en Cantabria.