
Pese a estar prolongándose más de lo deseado, la baja a la que está siendo sometido el rey por enfermedad apenas repercute en su ritmo de trabajo. Desde un somier de 2’80x 3 metros, Felipe VI sigue con sumo interés los acontecimientos planetarios sin menoscabar ni un ápice su dignidad regia, según fuentes de palacio.
Braulio Ostolaza, chambelán y cillerero en La Zarzuela afirma que «el condenado bicho apenas ha repercutido en el ritmo de trabajo de Don Felipe, que ni enemigo navío, ni tormenta, ni bonanza
su rumbo a torcer alcanza, ni a sujetar su valor«.
La Casa Real ha emitido un comunicado en el que lanza un mensaje de tranquilidad, ya que considera que hay margen más que de sobra para escribir el discurso de la próxima Nochebuena; es decir, casi el 90% de la carga laboral del monarca.