Tras los recientes hechos, por los que multitud de turistas y curiosos perecieron congelados en las nieves del puerto madrileño, las autoridades de la Comunidad de Madrid han decidido iniciar los trámites para construir un museo dedicado a la Involución Humana, a imagen y semejanza del situado en Burgos pero al revés.

La instalación albergará algunos de los especímenes mejor conservados de Europa, gracias al permafrost que los ha mantenido perfectamente. Juan Luis Arsuaga, asesor técnico del proyecto, augura al museo un gran porvenir: «El homo estulte siempre ha sido fascinante. Más ahora, que podemos ver incluso qué tipo de ropa llevaba: fina e inapropiada para el rigor del invierno, lo que nos dice de esos humanos que o eran muy resistentes o unos completos gilipollas».
Entre los ejemplares congelados, el que más interés ha despertado es el de una mujer de unos treinta años, con calcetines tobilleros y en actitud de hacerse un selfie, que en la comunidad científica ya ha recibido el cariñoso apelativo de «Pedrochita«.