
El flamante propietario de Twitter, Elon Musk, se pegó esta mañana con Loctite a un cuadro de Delacroix para protestar contra los abusivos derechos laborales de sus empleados.
El multimillonario, que acaba de comprar la red social por 40.000.000.000 dólares, se ha encontrado con la oposición de sus trabajadores a los que está exigiendo que trabajen en turnos de 23 horas para implementar las nuevas medidas. Varios ingenieros informáticos se amotinaron en las oficinas centrales de Twitter después de doce días sin descansos y quejarse al comité de empresa, lo que ocasionó que Musk montara en cólera.
Estos actos desencadenaron en la movilización de esta mañana, cuando Musk entró en el museo municipal de Bakersfield (California) y se pegó con cola de contacto a una copia de «La Libertad guiando al pueblo» de Delacroix.
«Simplemente pedimos unas condiciones de trabajo liberales y obedecer mis órdenes.«, se oyó decir al magnate momentos antes de que miembros de seguridad del museo le dieran un gorrazo para que se callara.
Este hecho supone un contratiempo para Tesla, compañía de la que es propietario, ya que su equipo estaba ultimando un nuevo modelo de coche eléctrico sin averías.