Ante los rumores del delicado estado de salud de Kim Jong Un, son muchos los interrogantes sobre quién ostentaría la presidencia si el amado líder falleciese.

Los candidatos no han disimulado sus intenciones, algunos de regiones tan remotas como Burgo de Osma, en España. Allí reside Feli Jong-Un, una anciana de ojos rasgados y ambición inconmensurable quien dice reunir las cualidades para gobernar Corea del Norte con mano de hierro. De hecho afirma que es heredera por derecho de una relación entre Kim Il-sung y su madre en un viaje del mandatario a Soria. Hasta ahora se ha mantenido en un discreto segundo plano, pero cree que es el momento de hacer a Corea great again.
«Me ríen las gracias, tengo cara de pan y llevo un peinado que ni mi enemigo lo querría. Soy perfecta».
Añade que le gustaría ser la primera dictadora asiática con nacionalidad española.