Manuel Aquiles Mangano es un funcionario de prisiones de 38 años en El Burgo de Osma que hasta ayer mismo vivía una vida rutinaria, anodina e instalada en la molicie. Pero su vida dio un vuelco cuando el 22 de diciembre, coincidiendo con el sorteo de la Lotería de Navidad, en su trabajo se procedió a abrir los regalos del «amigo invisible». Con un bote máximo de 7 euros por persona no suele haber margen para las sorpresas; sin embargo, no fue ese el caso de Manuel Agustín. Tras abrir su paquete se desató la sorpresa, pues se trataba ni más ni menos de un ejemplar de «El secreto de los Templarios», edición rústica de 1987 prologada por Agustín Parker-Bowles.
Pese a la felicidad del momento, Mangano ha manifestado que no abandonará su puesto de trabajo: «Sé que esto tiene mucho valor pero soy una persona con los pies en la tierra y la vida está muy achuchada; no pienso leérmelo de golpe«, ha dicho el funcionario, quien no ha dudado en afirmar que tapará algunos agujeros y, por supuesto, se dará algún pequeño capricho.