
Luis Gömez-Dos Sicilias es desde hace pocas horas un feliz esposo. La noticia no pasaría de una reseña en la sección «Ecos de sociedad» si no fuera porque debería haberlo sido hace dos años.
La curiosa historia comenzó cuando dos jóvenes enamorados, Luis y su prometida, Sofía Horns, decidieron contraer matrimonio, fijando la fecha del enlace para el 12 de diciembre de 2018 en la iglesia de las Hermanas Meretrices, (Burgo de Osma).
No faltaba nada: limusina, chicas con vestidos que parecían señoras, señores con traje que parecían señoras, cura… nada salvo el novio, que llegó nunca a la ceremonia.
Según Pilar Leire, amiga y confidente, la despedida de soltero se complicó: una cosa llevó a la otra y acabó de relaciones públicas en una discoteca de Barbados durante año y medio. En ese tiempo mantuvo relaciones entrañables con varias mujeres, salió de fiesta cada noche y aceptó comisiones como intermediario de varias obras civiles entre jeques árabes y empresarios españoles.
Al cabo de un tiempo, queriendo regresar a su país y añorando aquello de lo que huyo y que tanto avergonzó, España, decidió retomar las cosas justo en el punto en que estaban.
«Se han casado por amor, sin reproches, porque Luis ha hecho grandes cosas por este país y sobre todo por la democracia, de la que se ha servido para vivir como un inmaduro zangolotino. No importa lo putero que sea, de bien nacido es ser agradecido», ha dicho su chambelán mientras prepara la maleta a Gömez-Dos sicilias para un viaje a Botswana.