
Tras una ardua labor de investigación, se ha localizado a un docente que apoya a Marina Lombó, responsable de Educación. Eduardu Lador es un maestro de Primaria que, al igual que la consejera de Educación de Cantabria lleva en la Enseñanza menos de un año. Da clases en una cueva, que es como como le gusta llamar cariñosamente a la caverna donde da clase a 31 niños de varias edades.
«Aquí llegan las noticias muy de vez en cuando, pero lo que se está haciendo con la señorita Lombó no es de recibo. Se meten con ella porque no sabe nada de Educación. Es muy injusto», afirma con rotundidad este profesional mientras separa a unos niños que se están abrazando.
Sostiene que las quejas son infundadas, y que al menos en su caso, todos los alumnos son grupo burbuja porque sus padres son primos y hermanos entre sí. Lo explica con verbo ágil y sencillo mientras se ajusta la mascarilla, «no por el virus, sino por la endogamia, que afloja el esfínter tras tantos cruces».
Marina Lombó, o como se la conoce en Cantabria, «Winter is coming«, ha decretado la alteración del calendario escolar sin previo aviso, así como obligado a maestros y profesores a llevar nariz de payaso «para hacer de los centros un lugar amable y covid-friendly».
Mientras, Educación planea repartir cuatro mascarillas más del modelo «FULL-PELLET», con lo que se asegura la asepsia hasta mayo de 2021.