
Educar a los hijos puede ser una forma de maltrato, según un estudio psicológico de la Universidad de Gominoland. Los resultados de la investigación determinan que instruir a los niños sobre qué deben hacer y qué no los coarta, modificando así su conducta y por tanto maltratando su aura.
«La vida es un desafío: debemos dejar que el infante encuentre su camino, pero no a costa del maltrato. Si atraca un banco o amenaza a los padres con un pistola, él mismo se autorregulará, encontrando su equilibrio cósmico», señala Dolores Nochilds, autora del ensayo y marchante de peyote.
El estudio concluye que los padres, madres o tutores jamás deben regañar ante conductas disruptivas, ni corregirlos si se equivocan, y que cada señana hay que darles 100 € en concepto de daños por tutela. Estas tendencias llevan años implementándose con éxito en países nórdicos, donde por cierto ha caído la natalidad en picado.
Un comentario
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