
La inefable Consejera de Educación de Cantabria Marina Lombó, o como se la conoce en Cantabria, «Winter is coming», ha declarado a la judicatura cántabra “objetivo prioritario” y afirma en un comunicado emitido desde una ubicación desconocida que no distinguirá el “trigo de la paja”. La otrora responsable de cosas ajenas a Educación, resentida por el reciente varapalo judicial instando a la Consejería a considerar “no lectivos” los días 4, 5 y 6 de Noviembre , amenaza al colectivo docente con consecuencias “inenarrables y dolorosas” todas ellas comprendidas en su plan de acción “Mindlessfull 2021”.
Esta redacción ha tenido acceso a un borrador del controvertido y draconiano documento donde se prevé que los centros de secundaria asuman las gestión de las residencias de Mayores y los Centros de Día de toda Cantabria para “aprovechar la experiencia y saber atávico de nuestros queridos mayores” quedando la limpieza y cuidado de los mismos a cargo del profesorado “que en ese momento esté de guardia”.
La medida más atrevida es la referente a la supresión del carnet docente y su sustitución por una marca auricular consistente en un crotal de plástico que se colocará una de las orejas del docente –a su elección– con un único código de identificación que permitirá “identificarlo de forma individual así como la explotación en la que trabaja”
Marina Lombó que en breve sacará a la luz el primer volumen de sus memorias “Todas mis mentiras” donde recuerda con añoranza su paso por una explotación algodonera ya asume que tendrá que llegar a acuerdos con “los sindicatos esos” para volver a imponer su voluntad.