El que fuera ministro de Economía en la era Aznar ha declarado en una popular emisora de radio que no sabía nada de cómo funcionaba la entidad bancaria rescatada y que le dijeron que tocara una campana de vez en cuando.
Sin embargo, en unos días tendrá que comparecer ante el juez para prestar declaración. «No poseo formación alguna en contabilidad y tengo dificultades para leer y escribir de corrido», ha manifestado a los microfonos de todo el país, visiblemente afectado y confuso. Ante las insistentes preguntas de la periodista, Ophra Bueno, Rato ha confesado que los gastos de las tarjetas black se las llevaba su marido y que en la oscuridad de un garaje no sería capaz de diferenciar un Maserati de un Jaguar.
Respecto al rescate de Bankia, ha afirmado que si el dinero público no está para usarse en cosas privadas, luego nos quejaremos de que otros lo roban.
En pocos días se esclarecerá la verdad del otrora honesto ministro y ejemplar ciudadano rico.