
La empresa alimentaria, «Catering Hepburm», ha denunciado a la Real Federación Española de Fútbol por plagio flagrante de lo que ellos denominan «reparto de medallones» durante la entrega de premios de la Supercopa. Según Leónidas Hepburm, propietario de la empresa, «el sistema de recogida de comida y premios lo ideamos en 1983 cuando vimos en Benidorm a unos turistas ingleses comer de pie y a dos carrillos».
Y es que las jugadoras del FC Barcelona recibieron su galardón como campeonas de la Supercopa de fútbol recogiendo ellas mismas una medalla de una mesa así como un montadito de lomo. Ninguna autoridad les colgó su trofeo, algo que si ocurre en la categoría masculina.
Lo que no sabían ni ellas ni los responsables de la competición es que ese -en apariencia- humillante sistema de «autoentrega» de premios era un plagio; esto es, recoger ellas mismas el metal en vez de serles colgada la medalla como se hace con sus homólogos masculinos, pues es la empresa alimentaria la que posee la patente de dicho protocolo.
El presidente de la federación, Luis Rubiales, se defiende argumentando que ellos jamás quisieron copiar el honorable oficio de caterista, sino innovar en la ceremonia de entrega de la Supercopa ante un colectivo, la mujer, «que abandona las labores del hogar para demostrar que pueden jugar al balompié casi tan bien como los hombres».