(por Joaquín Huidobro) Eudofloxio Ripoll, un joven de 38 años, se siente afortunado por haber encontrado una vivienda cerca de su puesto de trabajo indefinido. Se trata de una iniciativa que “Telepizzahut” está llevando a cabo entre los jóvenes parados de 38 años y más. Gracias a la ya famosa “Beca post-doctoral Telepizzahut Doble Queso” cientos de doctores universitarios en paro están pudiendo encontrar aquello que tanto anhelan: un sueldo fijo según valía y una vivienda digna debajo de su puesto de trabajo. Rigoberto Hez, gerente provincial de “Telepizzahut”, se muestra orgulloso de poder ayudar a este grupo humano, tan infravalorado.
“La primera vez que vi un investigador post-doctoral en paro, se me revolvieron las tripas”, afirma Hez. “Iba andando por la calle como un ciudadano normal y vi a uno de ellos intentando cruzar el semáforo en rojo varias veces, me di cuenta enseguida de que necesitaba ayuda porque tenía un calcetín de cada color y sangraba abundantemente”. Tras realizar varias visitas a diversas universidades españolas pudo observar una triste realidad: “Vi mucho recurso humano suelto”, afirma el empresario. Así es como comenzó a buscar una solución que conviniera a ambas partes.
La iniciativa de Rigoberto, que no es sino un mecenazgo, consiguió interesar a los

primeros investigadores post-doctorales. “Colgué una serie de carteles en las columnas ofreciéndoles un trabajo acorde con su valía y una vivienda digna”- nos dice blandiendo su arma reglamentaria-. “Me contaron que muchos de ellos vivían de los restos de comida que los profesores universitarios dejaban en las mesas de la cantina y de robar bocadillos a los niños en los colegios”. La convocatoria enseguida caló hondo en este grupo social.
En la primera fase de aprendizaje el investigador recibe un sueldo de 2, 5 €/hora, -para muchos su primer sueldo digno- con el tiempo puede llegar a ser “Oberführer” cobrando ya 4, 5 euros por hora. Eudofloxio Ripoll nos comenta que en la universidad estaba haciendo un estudio sobre Evaluación de los parámetros funcionales espermáticos en individuos infértiles normozooespérmicos , pero “aquí soy feliz y me siento una pieza importante en la sociedad”.
En otro país de nuestro entorno, Canadá, este tipo de becas lleva funcionando varios años, como la “McFlurrie´s Grant” que una famosa cadena de hamburguesas ya ha otorgado a más de 800 inmigrantes.
Es de esperar que la iniciativa privada, una vez más, consiga sacar del estancamiento la actual coyuntura económica, cuyo erróneo planteamiento, basado en subvenciones y cobertura social, no ha servido sino para colocar a eminentes amigos en laboratorios.