
La inteligencia artificial ha llegado para quedarse, aunque eso no signifique que siempre acierte. De hecho, la supercomputadora SionistFirst_PC ha desarrollado un modelo de ciudadano israelí bajo unos parámetros de ejemplaridad y patriotismo que no acaban de convencer en el gobierno de Benjamín Netanyahu.
«Introdujimos en el programa valores de un ser humano normal, pero nos salió un señor pacifista, que recicla la basura y abomina de las fuerzas armadas; una vergüenza», se lamenta Salomón Goliat, padre del software. Tanto él como su equipo creen que el campo de trabajo de la inteligencia artificial es inmenso, aunque «siempre y cuando signifique eliminar palestinos«.
A pesar del traspiés informático, la ONU ha querido ver en ese error un rayo de esperanza en el conflicto palestino-nazisraelí. La organización que preside Anotónio Guterres se ha mostrada contraria a los ataques, por lo que ha decidido no respirar en señal de repulsa por los ataques a Gaza.