
El filántropo y empresario Amancio Ortega también ha querido aportar su granito de arena al conflicto bélico iniciado por Vladimir Putin. Para eso, Inditex ya ha ofertado en su web más de 200.000 plazas ocupacionales en los talleres de bordado y microcostura de Arteixo (La Coruña), por lo que el principal requisito para acceder al empleo es que los futuros trabajadores tengan las manos pequeñas, o en su defecto ser niños.
La CEOE y la patronal textil ya han dado el visto bueno a la iniciativa, que no ha gustado mucho al gobierno por tildarla de sectaria y sin un perfil profesional definido. La empresa se defiende argumentando que los niños estarían bien atendidos en enormes naves industriales y sus derechos laborales y salariales se regirán según convenio del sector.
Un comentario
Muy generoso por su parte. Siendo caucásicos rendirán menos de lo que está acostumbrado, es bonito cuando los empresarios dejan a un lado los beneficios por el bien común.